Los cuidadores son un pilar importante dentro de la sociedad, el sistema de salud y en el interior de las familias. Son aquellas personas que satisfacen las necesidades físicas, psicológicas, sociales y económicas de los pacientes, que en algunos casos pueden ser personas con enfermedades de carácter físico y/o psicológico.
Es una labor altamente exigente y demandante, llevando al cuidador, que en muchos casos es un miembro de la familia, a realizar un trabajo significativo, ya que puede fortalecer las relaciones y de la misma manera agotador, puesto que además del cuidado del paciente, también puede estar la limpieza del hogar y el cuidado de los demás miembros de la familia.
Beneficios que trae el cuidar de otro
Algunos investigadores en el área, indican que un porcentaje importante de los cuidadores, manifiestan que a pesar de las dificultades que pueden presentarse durante el proceso de cuidado, esta experiencia trae consigo efectos positivos como desarrollar nuevas habilidades y potenciar otras, encontrar sentido a su existencia, crear vínculos fuertes con el otro, desarrollar la empatía y sentirse bien con ellos mismos.
Se podría entonces hablar, que, si se observa desde diversas perspectivas la experiencia de cuidado, este, desde una visión positiva y sin omitir los diversos procesos que conlleva, este puede reducir o contribuir al bienestar mental del cuidador, ya que dicho proceso puede resultar como una experiencia altamente significativa que aporta al crecimiento personal, espiritual y social de este.
La salud del cuidador
El cuidador, en la mayoría de los casos, asume esta responsabilidad de manera inesperada, lo que supone un gran desafío emocional, cognitivo y físico, llevándole a un desgaste importante en su salud y la pérdida de su autocuidado.
Este proceso de cuidado, implica, además, una gran inversión de tiempo, espacio, renuncia al trabajo o escuela, dejar a un lado aquellas actividades que le generaban placer y se limita la posibilidad de interactuar socialmente.
Es así, como el cuidado puede traer consigo la experimentación de altos grados de estrés, depresión y ansiedad, así como problemas de salud física como dolencias y predisposición o desarrollo de otras enfermedades.
Según diversos estudios, el nivel socioeconómico, la edad del cuidador y las redes de apoyo, son factores relevantes en este proceso; ya que, al contar con un bajo nivel económico, una edad avanzada y una nula o escasa red de apoyo, se presentará una peor salud física y psicológica.
Síntomas físicos y psicológicos que puede experimentar el cuidador
El cuidado, como se menciona antes, conlleva un gran trabajo físico y emocional, generando en muchos casos síntomas tales como:
- Alteraciones del sueño
- Angustia
- Depresión
- Estrés
- Agotamiento
- Aislarse o sentirse solo
- Aumentar o bajar mucho de peso
- Perdida del interés por realizar actividades que hacía antes
- Sentirse enojado fácilmente
- Comenzar a fumar o a tomar bebidas alcohólicas o aumentar su consumo
- Sentir tensión corporal
- Presentar dolores de cabeza constantemente
- Dolor
- Culpa
El bienestar del cuidador
Procurar el bienestar del cuidador es tan fundamental como el bienestar del paciente, por esto es importante que tomes en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Preguntar al profesional de la salud: cuál es el diagnóstico del paciente, qué síntomas presenta o presentará en el curso de su enfermedad y que pronostico tiene esta.
- Crear o fortalecer una red de apoyo: en el cual se involucre la familia, amigos o personas que brinden este servicio, ya que el cuidado del paciente no corresponde a una sola persona.
- Distribuir las tareas: en la medida de lo posible, es importante que los miembros de la familia se distribuyan las diferentes tareas para que el cuidador principal pueda tener un alivio, es decir, algunos se encarguen del aseo, la cocina, las cuentas por pagar y demás.
- Grupos de ayuda: asistir a grupos de ayuda o apoyo emocional, en estos grupos podrá encontrar un alivio emocional al compartir y escuchar experiencias de otros cuidadores, además de permitirle desarrollar y fortalecer vínculos sociales.
Estrategias de autocuidado del cuidador
Es importante que el cuidador no descuide sus propias necesidades y procure fortalecer su bienestar físico y emocional. Algunas acciones que puede llevar a cabo son las siguientes:
- Dormir adecuadamente: evite tomar demasiada cafeína, tener comidas pesadas o ir a la cama con la televisión prendida, las luces encendidas o el móvil, ya que interrumpe el sueño y no facilita el descanso.
- Alimentarse adecuadamente: procurar, en la medida de lo posible, contar con alimentos sanos de fácil acceso, incorporando frutas, vegetales y proteínas en la alimentación, así como mantener una buena hidratación. También se recomienda evitar los alimentos procesados, las grasas y el azúcar, ya que no aportan energía suficiente al cuerpo.
- Socializa: es fundamental que conserves o desarrolles vínculos sociales, procura reservar el espacio para salir de casa, charlas con amigos, ir a cine o bailar. Estos espacios te ayudarán a descargar el estrés y a estar más preparado para apoyar al enfermo.
- Relajación: procurar guardar unos 15 minutos como mínimo al día para usted, en este tiempo realizar una actividad que sea agradable o sea en pro de su bienestar físico o mental.
- Apoyo psicológico o psiquiátrico: acudir a un profesional de la salud mental, es de gran ayuda en este proceso, ya que le brindará un acompañamiento adecuado y podrá desarrollar herramientas y/o estrategias de gran utilidad.
Otras estrategias importantes
- Asistir al médico: asistir a control médico regularmente, donde se le realicen exámenes o chequeos de rutina para procurar que usted se encuentre bien de salud.
- Acepta la situación: aceptar la situación por la cual atraviesa actualmente le ayudará a enfrentarse de una manera más positiva y proactiva a esta, además contribuirá a fortalecer sus emociones.
- Ser positivo: procure buscar el significado o el lado bueno de la situación, desde el fortalecimiento de vínculos hasta el desarrollo de habilidades y como le pueden servir estas.
- Límites: si la persona enferma cuenta con sus capacidades cognitivas y/o cuenta con un porcentaje importante de movilidad, limite las altas demandas o peticiones que pueda tener, motívele a realizar por el mismo algunas actividades, esto le ayudará a usted y a esa persona. ¿Qué son los límites y cómo aprender a ponerlos?
- Control: concéntrese en aquellas cosas que usted pueda controlar y no en aquellas que no están bajo su control, esto solo le generara ansiedad y angustia.
- Usted es una persona: recuerde constantemente esto y valide sus emociones y sentimientos, permítase sentir todas las emociones que lleguen a usted y pregúntese ¿Qué siento? ¿Cómo lo siento? Y ¿Por qué lo siento? Al estar conectado con sus emociones y al saber identificarlas será más fácil su bienestar emocional
Nota adicional
Durante el proceso de cuidado, el cuidador puede que tenga que renunciar a su trabajo o a aquellas actividades que le generaban placer. Durante el proceso de cuidado, este, siente que ha perdido su sentido o su vida perdió significado. Es por esto que, ante la pérdida de su ser querido, el cuidador pierda su norte o se encuentre sin sentido.
Por lo anterior se recomienda que, durante el proceso, este desarrolle habilidades que le puedan ser útiles más adelante, por ejemplo, el aprender a tejer, pintar o cocinar.